El nacimiento del Estado moderno.
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Desarrollo.
El nacimiento
del Estado moderno fue un proceso largo e irregular, no siendo homogéneo y
simultáneo en todos los países europeos. A nivel político, este hecho se
materializará en la transición desde una monarquía feudal a una monarquía
autoritaria, cuyo culmen será la monarquía absoluta, que se iniciará en
Francia, en el siglo XVII.
La monarquía feudal era el sistema que
había estado vigente en la Edad Media, hundiendo sus raíces en el imperio de
Carlomagno y las monarquías electivas germánicas de la Alta Edad Media, desde
los siglos VI y VIII. En este sistema de gobierno, el poder del monarca emanaba
del vasallaje de sus nobles, del cumplimiento de sus funciones como vasallos.
Este cumplimiento no siempre se daba, generando problemas de gobierno e
inestabilidad. El poder era disgregado en orden descendente en el sistema feudo-vasallático,
siendo el control “pleno” del reino un hecho prácticamente imposible.
A parte de este inconveniente, el poder del
monarca se encontraba sometido a la prelación papal e imperial, esto es, que el
poder y la voluntad de estos dos poderes tenían preferencia frente al monarca.
La concepción clásica de Estado se
basaba en lograr el bien común y controlar la maldad del hombre. En la Edad
Media el Estado no era necesario, ya que la Iglesia era la encargada de
alcanzar ambas metas.
Desde finales del siglo XI, los
contactos con Medio oriente a través de las cruzadas, la apertura de Bizancio
así como la proliferación de escuelas de traductores, harán que renazca el
estudio de las teorías aristotélicas y del Derecho romano. En este contexto, ya
en el siglo XII, en Bolonia, de la mano del jurista y gramático Irnerio,
reaparece en Europa el Derecho romano, en forma de glosas y aclaraciones. Estas
aclaraciones fueron desarrolladas con posterioridad por los glosadores, hasta
llegar a Bartolo de Sassoferrato en el siglo XIV, el cual, mediante sus
estudios monográficos, comentarios y dictámenes, dio un gran impulso y
prestigio al Derecho romano Común.
En base a la recepción y difusión del
Derecho romano, los monarcas reforzaron su posición ante la prelación papal e
imperial en base al principio que establece que
la validez de la ley depende
de la promulgación por el príncipe. Además de legitimar su poder frente a la
Iglesia, también daba legitimidad al impulso centralizador frente a sus
vasallos feudales, ya que la potestad legal recae en el monarca y no en los
señores. A esto se añadía el concepto que establecía que los monarcas no
estaban sujetos a obligaciones legales anteriores (ad legibus solutus), esto
es, se encontraban libres de las obligaciones legales pretéritas. Esto dio a
los monarcas las bases jurídicas necesarias para ignorar los derechos tradicionales,
anular privilegios medievales así como someter las libertades privadas.
Paralelamente
a esta sustentación legal, en la Baja Edad Media (concretamente en el siglo
XIV) se producirán una serie de circunstancias que propiciaron este proceso de
asunción de poder por parte de los monarcas. Se producirá un retraimiento del
poder de la iglesia, el surgimiento de la burguesía así como una serie de
desastres y guerras: La Pequeña Edad de Hielo (1315-1317) y la Peste Negra
(1348-1355) eliminaron más de un tercio de la población europea, produciendo un
estancamiento demográfico; la Guerra de los Cien Años (1337-1453) entre Francia
e Inglaterra, afectará negativamente a las redes tradicionales de comercio de
Europa occidental. Todos estos elementos
evidenciaron la incapacidad del Estado Feudal para afrontar estas nuevas
circunstancias, viendo los monarcas la oportunidad para centralizar el poder de
sus reinos.
Ante
estas nuevas circunstancias, era necesaria una definición territorial y
fronteriza uniforme. A nivel comercial, la existencia de múltiples fronteras
entre los distintos señoríos que conformaban los reinos era sinónimo de pagos
de tarifas y peajes, así como multitud de sistemas métricos y monetarios que
dificultaban la actividad comercial, siendo necesaria una uniformización.
A nivel
geopolítico y judicial era necesaria una unificación territorial para una
mejora de la administración, así como una regularización jurídica, para aplicar
principios similares en todo el reino y no aquellos que el señor de turno
considerara oportunos. El poder jurisdiccional debía pertenecer al monarca y no
a los señores. A finales de la Edad Media, en Aragón, Castilla, Portugal,
Francia e Inglaterra, por ejemplo, se mantendrán conflictos entre los monarcas
y la nobleza por imponer estos criterios. Los monarcas que lograron imponer
estos criterios, serán cuatro los elementos que sustentarán su poder y surgirán
a la par:
·
El monopolio de
la violencia. (el ejército)
·
El surgimiento
de una burocracia.
·
La recaudación
de impuestos
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El derecho.
El monopolio de la violencia lo
obtendrán los monarcas resultado de la insuficiencia del auxilium (ayuda) de los ejércitos feudales compuestos por señores,
bien pertrechados y a caballo, y sus huestes, levas feudales mal armadas, ante
las nuevas formas de combatir a partir del siglo XIV principalmente.
Este hecho se evidenciará en la Guerra
de los Cien Años antes mencionada. Los franceses sufrieron en la primera parte
del conflicto sonadas derrotas a manos de simples burgueses y campesinos armados
con las armas que los caballeros despreciaban: picas, ballestas y arcos. Crecy,
Agincourt, la batalla de las espuelas de
oro y el sitio de Calais evidenciaron estas carencias. Los reyes franceses
decidieron crear un ejército capaz de derrotar a los ingleses, acudiendo a sus
propios campesinos y burgueses, teniendo como resultado la existencia de un
ejército profesional permanente al finalizar el conflicto. En el caso
castellano, sería la aplastante derrota de Aljubarrota (1385) la que
evidenciaría estas carencias.
Otro elemento necesario fue la
necesidad de centralizar las instituciones, organizar la administración y
eliminar todos aquellos elementos individuales de cada señorío o territorio, es
decir, neutralizar los elementos centrífugos y mejorar la recaudación de
impuestos.
Para el mantenimiento del ejército y
los “funcionarios” sustentantes del nuevo entramado burocrático, era necesaria
una recaudación de impuestos regular y permanente.
En cuanto al derecho, será la
redifusión del Derecho Romano, como se ha explicado antes, la que dará esa
sustentación necesaria a las monarquías.
Mercantilismo.
El Mercantilismo será la política
económica dominante desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. Surgió a raíz del
aumento extremo del comercio a larga distancia tras los descubrimientos
portugueses y españoles. Estas redes de comercio alcanzaron una escala
planetaria debido a estos descubrimientos, propiciando el desarrollo de un
capitalismo mercantil en Europa de grandes proporciones.
Según esta política, la riqueza de un
Estado dependía de la cantidad de metales preciosos que poseía. Para lograrlo,
las monarquías autoritarias fomentaron una política proteccionista,
interviniendo directamente en la economía, fomentando las actividades que
proporcionaban ingresos y limitando aquellas que implicaban la salida de
capitales.
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Tratamiento en los libros de texto.
Este trabajo trata de comparar el
tratamiento del tema El nacimiento del
Estado moderno en los libros de texto de 2º de ESO. Para realizar esta
comparación, se han empleado los libros de la editorial Anaya, Edelvives y SM.
Hay una gran controversia en el
tratamiento de este tema. En primer lugar, al ser un tema de “transición”,
tratándose en 2º de ESO en último lugar y en primer lugar en 4º de ESO, es un
tema al que no se le da importancia o que en ocasiones ni aparece, dándose por
hecho en 2º o en 4º, según el caso. En ocasiones llega a producirse el salto
del siglo XV al XVII de forma directa por falta de coordinación entre las
distintas editoriales.
Comenzamos el análisis con el libro de
2º de ESO de la editorial Edelvives. Para
el tratamiento de este tema emplea dos páginas, siendo destacable el
tratamiento del tema del Mercantilismo, pero cayendo en generalidades en la
explicación del resto de los aspectos del período. Como ejemplo, pondremos
algunas frases extraídas del texto:
•
«Las
nuevas circunstancias de los siglos XV y XVI propiciaron una serie de
transformaciones políticas (…) se concretaron en (…) Monarquías autoritarias»
¿Cuáles son
esas nuevas circunstancias a las que hace referencia? ¿Por qué no se explican
previamente?
•
«
(…) los reyes unificaban los territorios que consideraban pertenecientes a su nación
(…)»
¿Hasta qué punto podemos hablar de
nación en el siglo XVI?
Se habla de la existencia de una
burocracia (empleando la palabra funcionarios) y de un ejército real sin
ahondar demasiado en el tema. También menciona la diplomacia como una
innovación. Asocia el endeudamiento con el control del Estado por parte de la
monarquía.
Del resto del siglo XVI se dan unas
ligeras “pinceladas” en el tema “La España imperial”.
SM emplea dos páginas para la
explicación de este tema. En primer lugar define el concepto monarquía
autoritaria, relacionándolo con el control total del reino (una visión un tanto
simplista) y haciendo referencia a la figura de Maquiavelo. Una de las frases
definitorias que emplea SM sería esta:
•
«(…)se
caracteriza por la creación de órganos de gobierno y procedimientos de
recaudación de impuestos para conseguir el control del reino»
Da a entender que el fundamento
jurídico es la base de su poder. Tras esto pasan a dar varios ejemplos de
monarquías autoritarias y sucesos que dieron como resultado la transición a
estas monarquías: La Guerra de las Dos Rosas, Guerra Civil Castellana, Lorenzo
el Magnífico, Maximiliano de Austria…
Otro tema tratado es el Proteccionismo
y el Mercantilismo.
En cuanto a Anaya es un claro ejemplo
de vacío temático. El último tema de su libro de 2º de ESO es La Comunidad
de Madrid entre los siglos XI y XV y
el primero del 4º de ESO El siglo de
las luces, dándose un salto de 200 años prácticamente.
Como
conclusiones sacadas, en primer lugar mencionar que es un tema plagado de
generalidades, sin ahondar demasiado en detalles y contenidos. En segundo lugar
que, al ser un tema final, en muchas ocasiones ni se enseña en las aulas. Por
último se da un importante hispanocentrismo en este tema, dando de lado los
sucesos de otras partes de Europa y el mundo. En base a esto, la generalización
puede llegar a ser comprensible debido al nivel de los alumnos, es por esto que
el papel del profesor es vital para suplir estas carencias que presentan los
libros.
Eduardo Madrigal Bernal. Grupo B.
Crítica
ResponderEliminarFormalmente la exposición fue muy buena, ya que en ningún momento se puso nervioso, miraba a todos los alumnos que presenciábamos la exposición, explicando de forma clara y concisa, con un buen tono de voz,... acompañando la explicación con un power point donde había fotos de gran calidad y los contenidos escritos necesarios para aclarar la información pero sin distraer la atención del espectador, llevando la iniciativa en todo momento el conferenciante.
En contenidos la exposición fue muy correcta, por poner alguna pega decir que se echó en falta la explicación de algún término que clarificara la explicación, ej. mercantilismo, ya que había compañeros que al no ser historiadores pueden carecer de conocimientos que un historiador da por sabido, a pesar de lo cual fue muy completa, explicando que contenía cada libro de forma fácil, siendo esto muy útil para los alumnos que presenciábamos la explicación.
En lo relativo a las actividades quedó en un principio un poco en el aire como se utilizarían los textos propuestos, pero fue explicado y aclarado posteriormente por el conferenciante.
En resumen, fue una exposición muy buena y de calidad que sirvió para conocer el nacimiento del estado moderno en profundidad.