viernes, 31 de enero de 2014

EL NACIONALISMO Y EL IMPERIALISMO EN EL SIGLO XIX



El Nacionalismo y el Imperialismo suelen componer un tema ounidad didáctica en la mayoría de los currículos escolares. Tradicionalmente, profesores y libros de texto suelen asociar el Nacionalismo y el Imperialismo a una serie de conceptos y temas. A continuación, se señalan los más destacados.
        Liberalismo(s): el acceso de la burguesía a nuevos círculos (político y mercantil). Libertad individual, derecho a la propiedad, separación de poderes, intereses individuales
        Revoluciones liberales burguesas: 1820, 1830 y 1848
        Revolución industrial: especialmente la segunda (1870-1914)
        Primera Guerra Mundial: como punto final al tema

El nacionalismo

El nacionalismo es una ideología y movimiento sociopolítico que abogaba por la formación del estado-nación. Los procesos de construcción nacional fueron más o menos fáciles, dependiendo de los distintos estados y nacionalidades. Así, frente a estados culturalmente muy unificados, como Dinamarca o Portugal, se encontraban otros, más extensos, en los que la existencia de ciertas minorías complicaba la creación del estado-nación, como Francia o España.

Normalmente, no se suele hablar de los precedentes de los movimientos de construcción nacional, algo que yo sí tendría en cuenta, sobre todo en el caso del bachillerato. Así, expondría unas breves pinceladas de la independencia de Grecia (1820) y Bélgica (1830), contra el Imperio Otomano y los Países Bajos, respectivamente.  Tampoco se menciona la influencia del Romanticismo y su afán por recuperar la historia nacional, en muchos casos medieval.

La estructura del tema se suele presentar de la siguiente forma, a mi juicio correcta:
        Unificación de Italia y Alemania
        Desintegración del imperio Austro-Húngaro y del imperio Otomano

        Breves apuntes sobre el nacionalismo en Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Japón

En cuanto a la unificación italiana, se suele mencionar en el bachillerato el papel político-ideológico de Mazzini y Cavour. Tanto en la ESO como en Bachillerato se mencionan los nombres de Víctor Manuel II y Garibaldi. Aunque se menciona el carácter incompleto de la unificación, al quedar fuera del nuevo estado Trieste e Istria, no se menciona la pérdida de Saboya ante Francia. Mencionar este hecho puede ayudar al alumno a comprender los procesos históricos mejor y a desarrollar una visión más crítica y personal.

En el apartado de la unificación alemana, lo que se suele presentar es también bastante correcto. Se suele hablar de las ideas de un "Estado que preservase la nación" y la Gran Alemania. El proceso es claro, desde la Confederación germánica hasta el Zollverein, que, sobre todo en cuarto de la ESO, se podría asociar con la Unión Europea, siempre y cuando se matizara correctamente. Haría hincapié en la creación del II Reich, pues es de esperar que los alumnos conozcan el tristemente célebre III Reich alemán. Se completa el tema tratando la figura de Bismarck y, de nuevo, el carácter incompleto de la unificación.
Al tratar los movimientos independentistas, normalmente se comienza tratando el imperio austriaco. No se suele conceder mucha importancia a la primavera de los pueblos (1848), algo que trataría solamente en el bachillerato. Más importante es la creación de la monarquía dual de Austria-Hungría y los movimientos emancipadores eslavos, en los que se centraría gran parte de la explicación.

El Imperio Otomano, por su parte, sufrió importantes pérdidas territoriales que se tratarían sin entrar en muchos detalles particulares, enfocando la explicación a la idea de decadencia nacional. Más importancia daría a las Guerras Balcánicas, auténtico precedente de la Primera Guerra Mundial. Quizá en este punto, quizá en el tema del periodo de entreguerras, pero incluiría en mi programa docente la creación del partido de los Jóvenes Turcos y el genocidio armenio. El genocidio armenio es un hecho histórico sistemáticamente olvidado tanto por profesores como por libros de texto, aunque en ocasiones se menciona en el bachillerato. Este genocidio se explicaría no como el primer genocidio en la Historia, sino como el primer gran genocidio que se pudo hacer efectivo, en gran medidas gracias al desarrollo tecnológico e industrial.
El resto de nacionalismos se tratan escasamente. En mi caso, intentaría mencionar, en la ESO, o explicar brevemente, en bachillerato, el nacionalismo en otros países, a fin de que se entienda este proceso en su contexto global. Aquí se mencionaría Gran Bretaña, Francia, Japón, Estados Unidos, Rusia, China y España.

El Imperialismo

El Imperialismo se suele desarrollar más extensamente que el nacionalismo, tanto en los libros de texto de cuarto de la ESO como en los del bachillerato. El tema suele comenzar con una explicación de las causas, a mi juicio bastante sintética y acertada.
        Causas:
       Ideológicas:       racismo, nacionalismo
       Políticas:             carrera colonial
       Demográficas: explosión blanca
       Económicas:      necesidad de mercados e industrias

Esta explicación de causas permite enlazar con temas anteriores, como el nacionalismo o la revolución industrial. Así se presentaría, para favorecer aún más la explicación de los procesos.
En ocasiones, se suele enlazar los viejos "imperios" (inglés, sobre todo, pero también francés, español, portugués y holandés). Este enlace no me parece el más acertado, ya que hay profundas diferencias en las causas, los fines, y las consecuencias de ambos procesos históricos. Si aun así se quiere hacer esta comparación, incidiría en las profundas diferencias. En cualquier caso, dedicar mucho tiempo a esta comparación puede generar más problemas de comprensión entre los alumnos de los que pretendía resolver.

La conferencia de Berlín de 1885 se suele marcar como pistoletazo de salida del imperialismo, aunque con asiduidad se remarcan las acciones imperialistas previas. Aquí los libros suelen hacer una prolija descripción del reparto de África y de los conflictos que surgieron. A  mi juicio, se podría simplificar, tratando los conflictos de Fachoda y la guerra de los bóers, pero sin profundizar más. En relación a Asia, por el contrario, apenas se habla del imperialismo europeo. Considero importante hablar de, al menos, las guerras del opio, y las grandes consecuencias que tuvieron en todo el mundo. En particular, en China, donde se formó un movimiento anti-occidental que algunos autores han considerado como un pre-nacionalismo.

En cuanto a la organización de los imperios, se suelen ofrecer, ya desde cuarto de la ESO, prolijas explicaciones de cada uno de los imperios coloniales europeos. Entre otros, se habla del imperio británico, francés, americano, japonés, belga, holandés, alemán, ruso, portugués, italiano y español. Esto me parece absurdo y poco relevante, ya que con tratar los imperios de Gran Bretaña y Francia el alumno puedo obtener esa visión global que estamos buscando. Incluir más información sobre el Congo belga, por ejemplo, poco aportará a los chicos, más allá de tener que memorizar un párrafo más, que al poco tiempo olvidarán. Se puede hacer alguna mención a las posesiones españolas, y comentar algunos aspectos puntuales de los otros imperios, siempre relacionándolos con otro apartado (por ejemplo, las atrocidades cometidas por la población blanca).

En general, se echa de menos una crítica a los aspectos más negativos de la colonización: el imperialismo a  ultranza, el racismo, la esclavitud, la opresión bestial que en algunos lugares los nativos sufrieron (como en el Congo belga), etc. Teniendo en cuenta que buscamos una educación integral, no sólo en conocimientos sino también en valores, esto me parece un error muy grave. La tendencia eurocentrista, que nos lleva a preocuparnos por la historia de nuestros vecinos del sur sólo cuando tiene relación directa con nosotros, también ha hecho que excusemos muchos de los aspectos de la civilización occidental.

Podríamos resumir la organización de los imperios coloniales señalando los distintos tipos de colonias:
        Colonias, en las que distinguimos dos tipos
       De poblamiento: hacia las que se produjo una fuerte emigración blanca, entre ellas encontramos a Canadá y Australia
       De explotación: dedicadas casi en exclusiva a la explotación de sus recursos naturales
        Protectorados: se establecían sobre países que habían contado con un gobierno previo de alguna manera "reconocido" por las potencias europeas. Es el caso de países como Marruecos.
        Mandatos: esta figura se impuso en los territorios de los perdedores de la Primera Guerra Mundial, una vez que ésta terminó. Namibia fue un mandato británico, aunque originariamente fuese colonia alemana.

Se suelen incluir algunos datos aislados de los viajes de exploración llevados a cabo por los europeos. Esto me parece bien, siempre y cuando omitamos los nombres de los exploradores y nos concentremos en los hechos. Considero que no es un dato lo suficientemente importante como para incluir una prolija selección de nombres, que obligarían a los alumnos a memorizarlos, perdiendo tiempo así para otros aspectos más relevantes.

Por último, me gustaría resultar dentro de este bloque el tema de la Primera Guerra Mundial. Esta guerra, del mismo modo que la Segunda Guerra Mundial, queda en los currículos académicos "entre dos aguas", y no hay una apartado específico para su explicación, lo cual muchas veces lleva a que los profesores la traten por encima. Yo propongo dedicarle un tema en exclusiva, centrándome especialmente (o, por lo menos, darle más importancia de la que hasta ahora se le dedica) en el desarrollo del conflicto. La Primera Guerra Mundial supone una convergencia entre los siglos XIX y XX, es el verdadero nexo de unión, y esto se puede apreciar excelentemente con un buen material fotográfico.

En este tema, prescindiría de buena parte de la división tradicional para darle un enfoque, a mi juicio, más acertado. En primer lugar, impartiría una buena base de los precedentes, en los que incluiría, o repasaría, la guerra franco-prusiana, la guerra de Crimea, y, cómo no, las guerras de los Balcanes. A continuación, hablaría de las causas de la guerra, aquí siguiendo un planteamiento más tradicional, para proseguir con el desarrollo de la misma. En este punto me centraría especialmente, ya que, aunque en la actualidad se suele pasar de puntillas sobre él, considero que es donde mejor se aprecian los cambios estructurales que han ocurrido décadas antes.

Sin el nacionalismo de la segunda mitad del siglo anterior, no se entienden esas movilizaciones masivas, ni ese espíritu de victoria de los primeros días de la guerra. Sin la revolución industrial no se puede explicar lo letal del nuevo armamento, que lleva a una redefinición del concepto de guerra. En este sentido, remarcaría los horrores de la guerra, la dureza del combate, que llevó a crear un conflicto tremendamente duro para los que lo vivieron (continuamos aquí con esa educación en valores). Por último, trataría las consecuencias del conflicto, prestando especial atención a la inestable paz firmada por las potencias, que generará, apenas treinta años después, un conflicto aún más terrible.

La metodología en clase sería muy interactiva. Tras la adquisición previa de conocimientos, por vía escrita y oral, haríamos una introducción al tema, todo ello en la primera sesión. En las siguientes, se intercalaría la explicación con preguntas a los alumnos de forma constante. Para ello se puede trabajar muy bien con las caricaturas: el objetivo de estas ilustraciones es hacer a los alumnos pensar, que a partir de la explicación puedan entender el significado de las mismas. Este tema es especialmente proclive a permitirnos hacer esto, ya que la cantidad de caricaturas ofrece una amplia selección.

Fomentaría el  buen comportamiento  mediante el uso de positivos y negativos, que podrán sumar nota (0,2 por cada 3 positivos acumulados). Los positivos se otorgarán por contestar a preguntas "de positivo" (que el profesor indicará antes de formularla) o por una intervención brillante en clase. Los negativos se adjudicarán por hablar en clase, molestar a los compañeros, o contestar a una pregunta del profesor sin levantar la mano previamente. Un negativo elimina a un positivo, pero no baja nota.

 Bibliografía

        M. Burgos, J. Calvo, M. Jaramillo, S. Martín, Historia. Ciencias Sociales. 4º ESO. Madrid, 2003
        J. Aróstegui, M. García, C. Gatell, J. Palafox, M. Risques. Historia del Mundo Contemporáneo. Primer curso. Bachillerato. Barcelona, 2006

2 comentarios:

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  2. En primer lugar, cuando comenzó con su exposición, rápidamente me pregunté ¿Esto que cuenta, nos lo cuenta como niños o nos está contando lo que él haría en el supuesto de dar este tema al susodicho nivel escolar? Es por ello que fue mi primera pregunta nada más terminar su charla y él supo resolver mi duda satisfactoriamente.

    Un aspecto a favor, desde mi punto de vista está en explicar el tema con ayuda de caricaturas, muy esclarecedoras para los chavales, que avivan su interés por investigar y aprender historia. Además lo interrelaciona con el arte y para determinadas etapas estudiantiles es muy gratificante observar, de vez en cuando, algo que no sea texto y más texto.

    Decir, que me ha parecido muy innovador, partiendo del punto de referencia obtenido en clase de las otras exposiciones, el enfoque de “¿Cómo se enseña?” en lugar de comparar dos libros, como todos hasta ahora hemos hecho. A la par, durante su exposición se apreciaba claramente como este abordaje lo realizó desde el conocimiento del tema, dada su licenciatura y desde luego, además de que formalmente lo expresó en su bibliografía, se notó también como había consultado diversas fuentes dirigidas a alumnos del nivel correspondiente.

    Además, me ha gustado que los ponga en antecedentes, pues a veces nos podemos perdernos hasta nosotros mismos si no nos situamos en un tiempo y espacio.

    Como él bien apuntó, un mapa sería clave para el afianzamiento de conceptos y conquistas por lo que, en ese sentido, me pareció muy correcta su aportación.

    En cuanto a la organización formal, el power point era simple (en el mejor sentido del término), con bastantes imágenes (de calidad), no demasiado texto, y bien estructurado. Y en relación a su exposición oral también fue amena, organizada y con un buen nivel de lengua (vocabulario, rapidez, etc.)

    Quizás, hubo temas que no explicaría o sólo mencionaría muy superficialmente a los estudiantes, pues no considero de total interés para los alumnos en este nivel de secundaria. Entre ellos, el genocidio armenio, pues aunque los libros de texto tienden a ser un tanto eurocentristas, me parece que en lugar de explicarlo sólo lo nombraría.

    También opino que en algún momento obvió el origen de los conceptos, presumiendo que los niños ya los entenderían. Y a raíz de esto, les haría algún cuadro sinóptico con términos como colonias, colonialismo, imperialismo, protectorado, estado-tapón, nacionalismo, o bien, incluiría en el tema un vocabulario inicial para que lo manejaran a lo largo del tema o que ellos, al finalizar la unidad lo concluyeran. Todo lo impartiría desmenuzándoselo bien según qué cosas y a raíz de esquemas e historias tipo cuento, pues considero que es un tema que se presta bastante a ello, como comenté en clase.

    Además de todo lo que él impartiría, yo, dependiendo de las sesiones de las que dispongamos, ayudaría a la comprensión, con algún texto o algún audiovisual.

    La duda que le pregunté en clase es si él no incluiría algún tipo de método para “pasarles la pelota” y que ellos se fueran creando dudas y así, poder, a priori comenzar pequeñas investigaciones individuales o colectivas.

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