El Nacionalismo y el Imperialismo
suelen componer un tema ounidad didáctica en la mayoría de los currículos
escolares. Tradicionalmente, profesores y libros de texto suelen asociar el
Nacionalismo y el Imperialismo a una serie de conceptos y temas. A
continuación, se señalan los más destacados.
•
Liberalismo(s): el acceso de la burguesía a
nuevos círculos (político y mercantil). Libertad individual, derecho a la
propiedad, separación de poderes, intereses individuales
•
Revoluciones liberales burguesas: 1820, 1830 y
1848
•
Revolución industrial: especialmente la segunda
(1870-1914)
•
Primera Guerra Mundial: como punto final al tema
El nacionalismo
El nacionalismo es una ideología
y movimiento sociopolítico que abogaba por la formación del estado-nación. Los
procesos de construcción nacional fueron más o menos fáciles, dependiendo de
los distintos estados y nacionalidades. Así, frente a estados culturalmente muy
unificados, como Dinamarca o Portugal, se encontraban otros, más extensos, en
los que la existencia de ciertas minorías complicaba la creación del
estado-nación, como Francia o España.
Normalmente, no se suele hablar
de los precedentes de los movimientos de construcción nacional, algo que yo sí
tendría en cuenta, sobre todo en el caso del bachillerato. Así, expondría unas
breves pinceladas de la independencia de Grecia (1820) y Bélgica (1830), contra
el Imperio Otomano y los Países Bajos, respectivamente. Tampoco se menciona la influencia del
Romanticismo y su afán por recuperar la historia nacional, en muchos casos
medieval.
La estructura del tema se suele
presentar de la siguiente forma, a mi juicio correcta:
•
Unificación de Italia y Alemania
•
Desintegración del imperio Austro-Húngaro y del
imperio Otomano
•
Breves apuntes sobre el nacionalismo en Gran
Bretaña, Francia, Estados Unidos y Japón
En cuanto a la unificación
italiana, se suele mencionar en el bachillerato el papel político-ideológico de
Mazzini y Cavour. Tanto en la ESO como en Bachillerato se mencionan los nombres
de Víctor Manuel II y Garibaldi. Aunque se menciona el carácter incompleto de
la unificación, al quedar fuera del nuevo estado Trieste e Istria, no se
menciona la pérdida de Saboya ante Francia. Mencionar este hecho puede ayudar
al alumno a comprender los procesos históricos mejor y a desarrollar una visión
más crítica y personal.
En el apartado de la unificación
alemana, lo que se suele presentar es también bastante correcto. Se suele hablar
de las ideas de un "Estado que preservase la nación" y la Gran
Alemania. El proceso es claro, desde la Confederación germánica hasta el Zollverein, que, sobre todo en cuarto de
la ESO, se podría asociar con la Unión Europea, siempre y cuando se matizara
correctamente. Haría hincapié en la creación del II Reich, pues es de esperar
que los alumnos conozcan el tristemente célebre III Reich alemán. Se completa
el tema tratando la figura de Bismarck y, de nuevo, el carácter incompleto de
la unificación.
Al tratar los movimientos
independentistas, normalmente se comienza tratando el imperio austriaco. No se
suele conceder mucha importancia a la primavera de los pueblos (1848), algo que
trataría solamente en el bachillerato. Más importante es la creación de la monarquía
dual de Austria-Hungría y los movimientos emancipadores eslavos, en los que se
centraría gran parte de la explicación.
El Imperio Otomano, por su parte,
sufrió importantes pérdidas territoriales que se tratarían sin entrar en muchos
detalles particulares, enfocando la explicación a la idea de decadencia
nacional. Más importancia daría a las Guerras Balcánicas, auténtico precedente
de la Primera Guerra Mundial. Quizá en este punto, quizá en el tema del periodo
de entreguerras, pero incluiría en mi programa docente la creación del partido
de los Jóvenes Turcos y el genocidio armenio. El genocidio armenio es un hecho
histórico sistemáticamente olvidado tanto por profesores como por libros de
texto, aunque en ocasiones se menciona en el bachillerato. Este genocidio se
explicaría no como el primer genocidio en la Historia, sino como el primer gran
genocidio que se pudo hacer efectivo, en gran medidas gracias al desarrollo
tecnológico e industrial.
El resto de nacionalismos se
tratan escasamente. En mi caso, intentaría mencionar, en la ESO, o explicar
brevemente, en bachillerato, el nacionalismo en otros países, a fin de que se
entienda este proceso en su contexto global. Aquí se mencionaría Gran Bretaña,
Francia, Japón, Estados Unidos, Rusia, China y España.
El Imperialismo
El Imperialismo se suele
desarrollar más extensamente que el nacionalismo, tanto en los libros de texto
de cuarto de la ESO como en los del bachillerato. El tema suele comenzar con
una explicación de las causas, a mi juicio bastante sintética y acertada.
•
Causas:
–
Ideológicas: racismo,
nacionalismo
–
Políticas: carrera
colonial
–
Demográficas: explosión
blanca
–
Económicas: necesidad
de mercados e industrias
Esta explicación de causas
permite enlazar con temas anteriores, como el nacionalismo o la revolución
industrial. Así se presentaría, para favorecer aún más la explicación de los
procesos.
En ocasiones, se suele enlazar
los viejos "imperios" (inglés, sobre todo, pero también francés,
español, portugués y holandés). Este enlace no me parece el más acertado, ya
que hay profundas diferencias en las causas, los fines, y las consecuencias de
ambos procesos históricos. Si aun así se quiere hacer esta comparación,
incidiría en las profundas diferencias. En cualquier caso, dedicar mucho tiempo
a esta comparación puede generar más problemas de comprensión entre los alumnos
de los que pretendía resolver.
La conferencia de Berlín de 1885
se suele marcar como pistoletazo de salida del imperialismo, aunque con
asiduidad se remarcan las acciones imperialistas previas. Aquí los libros
suelen hacer una prolija descripción del reparto de África y de los conflictos
que surgieron. A mi juicio, se podría
simplificar, tratando los conflictos de Fachoda y la guerra de los bóers, pero
sin profundizar más. En relación a Asia, por el contrario, apenas se habla del
imperialismo europeo. Considero importante hablar de, al menos, las guerras del
opio, y las grandes consecuencias que tuvieron en todo el mundo. En particular,
en China, donde se formó un movimiento anti-occidental que algunos autores han
considerado como un pre-nacionalismo.
En cuanto a la organización de
los imperios, se suelen ofrecer, ya desde cuarto de la ESO, prolijas
explicaciones de cada uno de los imperios coloniales europeos. Entre otros, se
habla del imperio británico, francés, americano, japonés, belga, holandés,
alemán, ruso, portugués, italiano y español. Esto me parece absurdo y poco
relevante, ya que con tratar los imperios de Gran Bretaña y Francia el alumno
puedo obtener esa visión global que estamos buscando. Incluir más información
sobre el Congo belga, por ejemplo, poco aportará a los chicos, más allá de tener
que memorizar un párrafo más, que al poco tiempo olvidarán. Se puede hacer
alguna mención a las posesiones españolas, y comentar algunos aspectos
puntuales de los otros imperios, siempre relacionándolos con otro apartado (por
ejemplo, las atrocidades cometidas por la población blanca).
En general, se echa de menos una
crítica a los aspectos más negativos de la colonización: el imperialismo a ultranza, el racismo, la esclavitud, la
opresión bestial que en algunos lugares los nativos sufrieron (como en el Congo
belga), etc. Teniendo en cuenta que buscamos una educación integral, no sólo en
conocimientos sino también en valores, esto me parece un error muy grave. La
tendencia eurocentrista, que nos lleva a preocuparnos por la historia de
nuestros vecinos del sur sólo cuando tiene relación directa con nosotros,
también ha hecho que excusemos muchos de los aspectos de la civilización
occidental.
Podríamos resumir la organización de los imperios coloniales
señalando los distintos tipos de colonias:
•
Colonias, en las que distinguimos dos tipos
– De
poblamiento: hacia las que se produjo una fuerte emigración blanca, entre ellas
encontramos a Canadá y Australia
–
De explotación: dedicadas casi en exclusiva a la
explotación de sus recursos naturales
•
Protectorados: se establecían sobre países que
habían contado con un gobierno previo de alguna manera "reconocido"
por las potencias europeas. Es el caso de países como Marruecos.
•
Mandatos: esta figura se impuso en los
territorios de los perdedores de la Primera Guerra Mundial, una vez que ésta
terminó. Namibia fue un mandato británico, aunque originariamente fuese colonia
alemana.
Se suelen incluir algunos datos
aislados de los viajes de exploración llevados a cabo por los europeos. Esto me
parece bien, siempre y cuando omitamos los nombres de los exploradores y nos
concentremos en los hechos. Considero que no es un dato lo suficientemente
importante como para incluir una prolija selección de nombres, que obligarían a
los alumnos a memorizarlos, perdiendo tiempo así para otros aspectos más
relevantes.
Por último, me gustaría resultar
dentro de este bloque el tema de la Primera Guerra Mundial. Esta guerra, del
mismo modo que la Segunda Guerra Mundial, queda en los currículos académicos
"entre dos aguas", y no hay una apartado específico para su
explicación, lo cual muchas veces lleva a que los profesores la traten por
encima. Yo propongo dedicarle un tema en exclusiva, centrándome especialmente
(o, por lo menos, darle más importancia de la que hasta ahora se le dedica) en
el desarrollo del conflicto. La Primera Guerra Mundial supone una convergencia
entre los siglos XIX y XX, es el verdadero nexo de unión, y esto se puede
apreciar excelentemente con un buen material fotográfico.
En este tema, prescindiría de
buena parte de la división tradicional para darle un enfoque, a mi juicio, más
acertado. En primer lugar, impartiría una buena base de los precedentes, en los
que incluiría, o repasaría, la guerra franco-prusiana, la guerra de Crimea, y,
cómo no, las guerras de los Balcanes. A continuación, hablaría de las causas de
la guerra, aquí siguiendo un planteamiento más tradicional, para proseguir con
el desarrollo de la misma. En este punto me centraría especialmente, ya que,
aunque en la actualidad se suele pasar de puntillas sobre él, considero que es
donde mejor se aprecian los cambios estructurales que han ocurrido décadas
antes.
Sin el nacionalismo de la segunda
mitad del siglo anterior, no se entienden esas movilizaciones masivas, ni ese
espíritu de victoria de los primeros días de la guerra. Sin la revolución
industrial no se puede explicar lo letal del nuevo armamento, que lleva a una
redefinición del concepto de guerra. En este sentido, remarcaría los horrores
de la guerra, la dureza del combate, que llevó a crear un conflicto
tremendamente duro para los que lo vivieron (continuamos aquí con esa educación
en valores). Por último, trataría las consecuencias del conflicto, prestando
especial atención a la inestable paz firmada por las potencias, que generará,
apenas treinta años después, un conflicto aún más terrible.
La metodología en clase sería muy
interactiva. Tras la adquisición previa de conocimientos, por vía escrita y
oral, haríamos una introducción al tema, todo ello en la primera sesión. En las
siguientes, se intercalaría la explicación con preguntas a los alumnos de forma
constante. Para ello se puede trabajar muy bien con las caricaturas: el
objetivo de estas ilustraciones es hacer a los alumnos pensar, que a partir de
la explicación puedan entender el significado de las mismas. Este tema es
especialmente proclive a permitirnos hacer esto, ya que la cantidad de
caricaturas ofrece una amplia selección.
Fomentaría el buen comportamiento mediante el uso de positivos y negativos, que
podrán sumar nota (0,2 por cada 3 positivos acumulados). Los positivos se
otorgarán por contestar a preguntas "de positivo" (que el profesor
indicará antes de formularla) o por una intervención brillante en clase. Los
negativos se adjudicarán por hablar en clase, molestar a los compañeros, o
contestar a una pregunta del profesor sin levantar la mano previamente. Un
negativo elimina a un positivo, pero no baja nota.
Bibliografía
•
M. Burgos, J. Calvo, M. Jaramillo, S. Martín, Historia.
Ciencias Sociales. 4º ESO. Madrid, 2003
•
J. Aróstegui, M. García, C. Gatell, J. Palafox,
M. Risques. Historia del Mundo Contemporáneo. Primer curso. Bachillerato. Barcelona,
2006