domingo, 3 de noviembre de 2013

Mesopotamia en los libros de texto de 1º de la ESO: análisis y propuestas



María del Amor Gómez de Agüero Rodrigo



Introducción


   Mesopotamia: “Territorio entre ríos”. Su nombre nos invita a acercarnos a su situación geográfica, entre el Tigris y el Éufrates. Este territorio fue el lugar donde ponemos el punto de partida de la Historia, junto a otras primeras civilizaciones fluviales como fueron Egipto, India y China, en torno a los ríos, Nilo, Indo y Ganges, y Huang He.

     Es en Mesopotamia donde encontramos el inicio de la escritura, del sistema sexagesimal, del calendario o los primeros vidriados. A diferencia de Egipto, entre los alumnos será un tema menos conocido, y menos tratado en los libros de texto, por lo que cualquier propuesta novedosa será un aliciente para el conocimiento de estos pueblos.


¿Qué importancia recibe en los libros de texto?


  Las editoriales de los libros consultados han sido SM [Pérez Álvarez, 2007],  Anaya [Burgos Alonso, 2010] y Edelvives [Granda Gallego, 2010].


   La extensión que se emplea en cada uno de los libros ya es significante a la hora de abordar este análisis. Mientras que en Anaya ocupa 6 páginas, en SM serán 4 páginas y en Edelvives 2 páginas, sin contar las actividades de evaluación o extensión del final de las unidades. A estas páginas hay que sumarle sin embargo 1 página más en el caso de Anaya y dos en los casos restantes, que se corresponden con la introducción  a las primeras civilizaciones fluviales. Esta introducción es de vital importancia en el caso de Edelvives, ya que la forma en la que estructura esta unidad es distinta a las otras editoriales. Utiliza una introducción común para Egipto y Mesopotamia donde trata de forma paralela la economía, sociedad, política y rasgos culturales. 


  En cuanto a los contenidos, el análisis va a ir enfocado a comparar de forma paralela: espacio y tiempo, organización social, organización económica, organización político-administrativa, religión, rasgos culturales, manifestaciones artísticas y pueblos mesopotámicos, en las distintas editoriales. 


  En las tres propuestas se resalta la importancia de los ríos Tigris y Éufrates como condicionante para el poblamiento y el gran desarrollo posterior de estos pueblos. En el caso de Anaya se mencionan en la introducción,  además de Egipto y Mesopotamia, otras primeras civilizaciones fluviales, la india y la china, de forma que resulta más completa. En cuanto a datación, en SM es inexistente en este apartado, mientras que en Edelvives es imprecisa, siendo Anaya la única que muestra un periodo concreto con un inicio y un fin: entre 3500 a.C. y 539 a. C. Los mapas que acompañan este apartado se reducen a la zona donde se encuentra Mesopotamia y Egipto, excepto en el caso de Anaya que en la introducción, de nuevo, muestra un mapa con la extensión de las cuatro civilizaciones mencionadas, y en cuya esquina superior derecha aparecen marcadas dentro de un mapa del mundo. En mi opinión resulta un complemento visual muy útil para que el alumno pueda tener una visión global del territorio, que en los otros casos queda incompleta. 


Respecto a la organización social, cada libro establece una división, cuya justificación podría estar sujeta a que se han extraído de distintos periodos.  Mientras que los extremos de la organización social se muestran definidos, la zona media se vuelve difusa. En el caso de SM aparecen los comerciantes y artesanos, en Anaya los comerciantes y funcionarios y en Edelvives los comerciantes y campesinos. Cabe resaltar sin embargo la división de SM, ya que asocia, el nombre que recibían en Mesopotamia, y que aparece en el Código de Hammurabi, Awilum (nobles, sacerdotes y funcionarios) y Muskhenum (comerciantes y artesanos). La riqueza que conlleva introducir estos nombres es la de dar un carácter más personal a la diferenciación social, que a lo largo de la Historia va a ir apareciendo y que de esta forma les va a permitir acordarse. 


  En torno a la organización económica los libros recogen principalmente tres: agricultura, comercio y artesanía, siendo SM la más completa al añadir ejemplos tanto en el caso de los tipos de agricultura como en la enumeración de diversas formas de artesanía. 


  En cuanto a la forma de organización político-administrativa se muestra con claridad, en el caso de SM y Anaya, la evolución de las ciudades-estado en cuanto al paso de ser dirigidas por un príncipe-sacerdote o patesi a ser gobernadas por un rey-militar. En el libro de Edelvives será tratado dentro del desarrollo de los pueblos mesopotámicos. 


  La religión mesopotámica, politeísta, resulta más completa en el caso de Anaya, y a continuación de SM al introducir los nombres de los dioses, que en Edelvives no se mencionan, asociándolos a los elementos de la naturaleza. 


  El legado cultural mesopotámico, de gran importancia, queda perfectamente definido en el caso de Anaya y SM, abarcando la escritura cuneiforme, la astrología y astronomía, la aritmética y geometría y el calendario. Edelvives mencionará la escritura en la introducción, pero será a través del apartado de los pueblos mesopotámicos, como, una vez más, introduce las aportaciones culturales dentro de un periodo concreto. 


  Tanto en el libro de SM como en el de Anaya, el arco, la bóveda, el adobe y el ladrillo, asociados a la arquitectura mesopotámica, en sus palacios y zigurats, junto a las esculturas y relieves serán las principales manifestaciones artísticas. En Anaya adjuntan ejemplos de palacios, zigurats y relieves.  En Edelvives aparecen asociados a los diferentes pueblos. 


  Finalmente los pueblos mesopotámicos reciben un tratamiento desigual en las diferentes editoriales. Mientras que en SM se dedica una ligera mención dentro de la Situación geográfica, a modo de enumeración, a excepción de los sumerios; en Anaya se expondrán a lo largo de una cara, con fechas y una pequeña descripción. Edelvives es la editorial que más espacio dedica, dos caras, creando un apartado para los sumerios y acadios, otro a Babilonia y finalmente otro  para el imperio asirio, aportando dataciones, sin embargo no coinciden con las de Anaya. 


  Una vez analizado el contenido, es interesante observar la importancia que se da al contenido visual. En el libro de SM recurre a fotografías de escultura y arquitectura mesopotámica junto al mapa mencionado y un conjunto de mapas que muestran el territorio de los diferentes imperios (babilónico, asirio y persa). Un dato a tener en cuenta es que, a pesar de no incluir fechas en el texto, todas las imágenes aparecen datadas. Por otro lado, Anaya, utiliza tanto fotografías como imágenes que simulan un zigurat o una ciudad. Además del mapa mencionado incluye un mapa político. Edelvives a su vez ilustrará el texto con fotografías, que sirven de complemento en el caso del apartado de los pueblos, asociándolos a cada uno con una obra arquitectónica o escultórica; y con imágenes en relación a la escritura (cuneiforme, jeroglífica y alfabética)  y a la arquitectura, con el dibujo de un arco y una bóveda. 


Los textos que acompañan la unidad son interesantes en cuanto que aportan información más detallada o que recurren a fuentes primarias como es el caso del Código de Hammurabi (en SM y Edelvives), o fuentes secundarias [El próximo Oriente Antiguo, González-Wagner], en Edelvives. Dos textos atractivos son el que se muestra en Anaya, “Una ciudad: Eridu”, que nos acerca a la realidad de las ciudades mesopotámicas y por otro lado, en SM,   “La destrucción del Museo Nacional de Irak”, que permite observar al alumno la pervivencia del legado mesopotámico, su importancia y la necesidad de cuidarlo para que puedan disfrutarlo y descubrirlo otras generaciones. 


Propuestas de complemento o modificación


  La novedad que supone adentrar a los alumnos en la civilización mesopotámica, debe de ir acompañada de unas estructuras en las que ellos puedan sujetarse para ir construyendo la Historia con firmeza. Por eso un eje cronológico que recorra la sucesión de los diferentes pueblos mesopotámicos, puede ser útil para que vean la amplitud en el tiempo. Esto no supone que deban aprenderse todas las fechas, pueblos y gobernantes que esto conlleva en este primer curso de la ESO, aunque sí les permite ir familiarizándose.

  Ampliar el número de textos de fuentes originales (con posibilidad de que aparezcan adaptadas), relacionados con la religión u otros temas, puede ser un complemento que favorezca la curiosidad y el interés. 


  Otro elemento dentro de la maquetación es el glosario, como herramienta que permite al alumno ampliar su vocabulario y enriquecerlo, ya que resulta práctico que aparezca en la misma página en la que se introduce. En el caso de Anaya aparece al final recogido en varias páginas, a no ser que el profesor insista en su uso, puede quedar perdido al final del manual.

Una última propuesta es el desarrollo de un proyecto que integre diferentes aspectos de la cultura mesopotámica. El núcleo del proyecto sería la escritura cuneiforme. 


El proceso sería:    

  •  En primer lugar, mostrarles imágenes de tablillas mesopotámicas para que puedan ver cómo va evolucionando hasta prácticamente la abstracción. Además ponerla en paralelo con la escritura jeroglífica egipcia y la  alfabética fenicia (objetivo: nacimiento de la escritura y relación con otros pueblos).
  •  A continuación invitarles a que traigan elementos que puedan servir para crear marcas en pequeñas planchas de arcilla y hablarles de la necesidad de marcar los recipientes dentro del comercio (objetivo: comercio y artesanía).  
  • En esas planchas de arcilla, con palillos de modelar y apoyados con las imágenes de tablillas mesopotámicas, escribir textos inventados, para que experimenten el trabajo del escriba (objetivo: la sociedad mesopotámica).
  •  Finalmente completar el proyecto con la lectura de un libro relacionado como podría ser Kengi y la magia de las palabras [Lanzotti, P., SM, 2001].

Conclusión


   Ante la quimera de encontrar un manual ideal, una mezcla de la profundización del libro de Anaya, pero, con una estructura interna más parecida al libro de Edelvives, podríamos cerrar este análisis. El objetivo se volcaría en que el alumno pudiera descubrir que existen distintos pueblos que en conjunto formaron la civilización mesopotámica, con una riqueza tan singular como la egipcia. Sin embargo, queda siempre como tarea para el profesor, el crear materiales alternativos que complementen y ayuden al alumno a interesarse y a descubrir la materia, como es el ejemplo de proyecto que propongo.



Bibliografía


  • Burgos Alonso, Manuel; Muñoz- Delgado y Mérida, Mª Concepción [2010], Ciencias Sociales. Geografía e Historia, 1º ESO, Madrid: Anaya.
  •  Granda Gallego, Cristina; Núñez Heras, Raúl [2010], Oñate Zapatero, Matías;  García González, Juan Carlos; Ciencias Sociales, Geografía e Historia, 1º ESO, Zaragoza: Edelvives .
  •  Pérez Álvarez, Ángeles; Piñeiro Peleteiro, Mª del Roasario; Ortega Valcárcel, Mª Enriqueta; Zapico Rodríguez, Mª Pilar [2007], Ciencias Sociales, Geografía e Historia, 1º ESO, Madrid: SM.

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